Jeremías 1-3
Lee Jeremías capítulos 1 al 3
Este libro combina momentos en que Dios habla a través de su profeta e historias acerca del profeta. Es una compilación que Baruc llevó a cabo, el fue la pluma mientras Jeremías le dictaba todo.
Jeremías es un profeta a las naciones, Dios le revela que lo escogió incluso antes de haber nacido para una misión: hablar de parte de Él.
El mensaje, comparado con lo dicho por Isaías, no ha cambiado tristemente.
El pueblo sigue alejándose de Dios mientras Él los llama una y otra vez de regreso. En esta porción nos muestra claramente lo que habían hecho:
“Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua.”
Jeremías 2:13
Habían dejado todo por nada, dejaron a Aquel que les da vida para abrazar algo que se les desliza de sus manos, algo que no pueden sostener. Esto es un reflejo de todo esfuerzo humano frente al Dios todopoderoso que tenemos.
Sería ilógico soltar al único que puede darte vida para intentar retener un poco de nuestro orgullo. Pero lo hacemos constantemente, ponemos nuestra confianza en lo que nosotros podemos hacer, y abandonamos a Dios que todo lo puede hacer. ¿Por que?
No hay manera de responder: no lo sé.
Dios le muestra que su adulterio (la manera que Dios usa para denominar su pecado de idolatría) los ha alejado de Él. Pero aun los llama a regresar, por que El es el esposo de su pueblo.
Eso es amor.
Este libro combina momentos en que Dios habla a través de su profeta e historias acerca del profeta. Es una compilación que Baruc llevó a cabo, el fue la pluma mientras Jeremías le dictaba todo.
Jeremías es un profeta a las naciones, Dios le revela que lo escogió incluso antes de haber nacido para una misión: hablar de parte de Él.
El mensaje, comparado con lo dicho por Isaías, no ha cambiado tristemente.
El pueblo sigue alejándose de Dios mientras Él los llama una y otra vez de regreso. En esta porción nos muestra claramente lo que habían hecho:
“Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua.”
Jeremías 2:13
Habían dejado todo por nada, dejaron a Aquel que les da vida para abrazar algo que se les desliza de sus manos, algo que no pueden sostener. Esto es un reflejo de todo esfuerzo humano frente al Dios todopoderoso que tenemos.
Sería ilógico soltar al único que puede darte vida para intentar retener un poco de nuestro orgullo. Pero lo hacemos constantemente, ponemos nuestra confianza en lo que nosotros podemos hacer, y abandonamos a Dios que todo lo puede hacer. ¿Por que?
No hay manera de responder: no lo sé.
Dios le muestra que su adulterio (la manera que Dios usa para denominar su pecado de idolatría) los ha alejado de Él. Pero aun los llama a regresar, por que El es el esposo de su pueblo.
Eso es amor.