Jeremías 30-31
Lee Jeremías 30 y 31 en nuestra lectura de hoy.
Aún cuando Dios les habló una y otra vez acerca del juicio que viene sobre ellos por su rebeldía, Dios les confirma que el los salvará, y también juzgará a las naciones que vengan contra ellos.
No los dejará, no los va a abandonar. Y nos hace preguntarnos ¿por qué?
Aquí está la respuesta:
“Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia.”
Jeremías 31:3 RVR1960
Es amor lo que ha motivado cada paso que Dios ha tomado acerca de su pueblo. El castigo ha sido una expresión de su amor. Por eso no ha terminado con ellos, y promete traerlos de regreso con gozo, júbilo y provistos por el.
En base a un nuevo pacto, pues el pacto anterior lo invalidaron ellos mismos.
Un nuevo pacto donde Dios da un nuevo corazón, donde la palabra de Dios no es algo externo sino algo interno que llevarán en la mente y el corazón. Una relación tan cercana como de un padre con su hijo.
Ese el el nuevo pacto que Jesús establece con sus discípulos en base a su sacrificio. Jesús derramó su sangre para comprarnos, hacernos nuevos y tener una relación con Él.
Aún cuando Dios les habló una y otra vez acerca del juicio que viene sobre ellos por su rebeldía, Dios les confirma que el los salvará, y también juzgará a las naciones que vengan contra ellos.
No los dejará, no los va a abandonar. Y nos hace preguntarnos ¿por qué?
Aquí está la respuesta:
“Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia.”
Jeremías 31:3 RVR1960
Es amor lo que ha motivado cada paso que Dios ha tomado acerca de su pueblo. El castigo ha sido una expresión de su amor. Por eso no ha terminado con ellos, y promete traerlos de regreso con gozo, júbilo y provistos por el.
En base a un nuevo pacto, pues el pacto anterior lo invalidaron ellos mismos.
Un nuevo pacto donde Dios da un nuevo corazón, donde la palabra de Dios no es algo externo sino algo interno que llevarán en la mente y el corazón. Una relación tan cercana como de un padre con su hijo.
Ese el el nuevo pacto que Jesús establece con sus discípulos en base a su sacrificio. Jesús derramó su sangre para comprarnos, hacernos nuevos y tener una relación con Él.