Zacarías 1-7
Hoy vamos a leer los primeros 7 capítulos del libro de zacarías
Zacarías profetizó al mismo tiempo que Hageo, al mismo grupo de personas, de hecho, ambos estaban ahí para animar al pueblo a reconstruir el templo.
Hageo fue directo con su profecía, Zacarías se enfocó en visiones que representaban lo que sucedería.
Dos de ellas me llaman mucho la atención. La 4ta y 5ta visión se enfocan en los dos hombres que Dios llamó a llevar a cabo junto con el pueblo la reconstrucción: Zorobabel y Josué.
A Josue lo vemos frente a un tribunal siendo acusado y se le observa vestido con ropas viles, sucias. Incluso el Ángel del Señor lo describe como un tizón humeante apenas rescatado del fuego. Y llega el momento en que le cambian la vestidura por ropas de gala.
Creo que esta visión describe nuestra condición, hemos sido rescatados, y muchas veces ni siquiera lo podemos explicar, pero estuvimos a punto de ser quemados por completo. Y Dios nos ha vestido con su justicia.
A Zorobabel el ángel le trae a través de Zacarías unas palabras:
“Entonces respondió y me habló diciendo: Esta es palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos.”
Zacarías 4:6
Esas palabras necesitamos recordarlas constantemente, no es en nuestras fuerzas que las cosas espirituales suceden, es con su Espíritu. El Espíritu de Dios que nos capacita para ser testigos frente a aquellos que están a nuestro alrededor.
Zacarías profetizó al mismo tiempo que Hageo, al mismo grupo de personas, de hecho, ambos estaban ahí para animar al pueblo a reconstruir el templo.
Hageo fue directo con su profecía, Zacarías se enfocó en visiones que representaban lo que sucedería.
Dos de ellas me llaman mucho la atención. La 4ta y 5ta visión se enfocan en los dos hombres que Dios llamó a llevar a cabo junto con el pueblo la reconstrucción: Zorobabel y Josué.
A Josue lo vemos frente a un tribunal siendo acusado y se le observa vestido con ropas viles, sucias. Incluso el Ángel del Señor lo describe como un tizón humeante apenas rescatado del fuego. Y llega el momento en que le cambian la vestidura por ropas de gala.
Creo que esta visión describe nuestra condición, hemos sido rescatados, y muchas veces ni siquiera lo podemos explicar, pero estuvimos a punto de ser quemados por completo. Y Dios nos ha vestido con su justicia.
A Zorobabel el ángel le trae a través de Zacarías unas palabras:
“Entonces respondió y me habló diciendo: Esta es palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos.”
Zacarías 4:6
Esas palabras necesitamos recordarlas constantemente, no es en nuestras fuerzas que las cosas espirituales suceden, es con su Espíritu. El Espíritu de Dios que nos capacita para ser testigos frente a aquellos que están a nuestro alrededor.